Lloré lo que tenia que reír, reí cuanto tuve que ignorar ignore lo que debía llorar y ahora, indiferente a lo que detrás de estas paredes me espera siento que no fuiste mi mayor error como tanto tiempo creí si no el mayor acierto.
Habría luchado junto a ti contra todas las sombras de las dudas que nos hubieran acechado durante el camino, te habría guardado las espaldas cuando hubieras necesitado descansar, habría mantenido la guardia alta cuando te sintieras débil, habría bajado la guardia y me habría recostado sobre tu pecho cuando necesitaras de mi, habría llenado tus sueños con palabras de aliento para darte la confianza que necesitaras para continuar, habría alisado el camino para que no te resultara tan duro, me habría alejado cuando necesitaras soledad para pensar, incluso habría dejado de hacer todas esas cosas si tu me lo hubieses pedido ¡Dejaría de respirar si tu me lo pidieses!
Pero no conseguí sacar de tus labios una palabra sincera, tan solo mentiras quisiera que me hubieras obligado a bajar de esa nube de irreal felicidad porque te importo, porque te importa lo que yo pueda sentir pero no, tan solo me incitabas a subir hasta allí arriba, me atabas a ese sueño y te asegurabas de mantenerme callada y con los ojos cerrados Hasta que un buen día alguien te buscó, te marchaste de mi vida volvías por las noches cansado de amar, dormías junto a mi y volvías a desaparecer cuando el amanecer rallaba el horizonte, soñabas con paisajes distintos a los nuestros y con compañías inverosímiles Pero nunca me dejaste acabar nuestra historia Mi mayor acierto fue conocerte y darme cuenta de que tenia una mascara de vapor, cuerdas de inocencia y escaleras de papel.
Y ahora desde aquí abajo, puedo decir que soy feliz Pero no puedo evitar mirar el cielo esperando verte, esperando leer en tu cara la tristeza, la desolación el anhelo.