Como gota de rocío, llegaste a mi mano,
inundaste mi cuerpo, fui tal vez artesano
de tu amor, de tu mente. Por una vez Cyrano
no fue espadachín, ni murió en vano.
Su último delirio, su poema veneciano,
resucitó mi voz. Estulto escribano.
Es un gran deleite leerte, porque además me invitas a aprender. Desde el título hasta su contenido sencillamente exquisito. En el libro Edmond Rostand de Cyrano de Bergerac de gran valía, en una desus páginas pregunta "¿Qué tenéis en las manos?" tu la respondes muy bien. También quiero compartirte una frase que me encanta del mismo autor "!Aléjate de mí, musa mía, para que tus maravillosos ojos no enrojezcan con el fuego de estos tizones!"
Me despido como Cyrano lo haría !Querido Silenciodeluan!, aunque no puedo aceptar la menor golosina de vuestra pluma, temo que mi negativa os cause pena... por eso acepto leerte hasta que la guadaña de la muerte se anuncie.
Hombre!! das para tanto.
Besos sublimes!
17/09/09 04:09
Wersi, henchido me hallo...
¿estilo excelente?
detente,
me hincho y estallo.
Abrazos
18/09/09 01:09
No espere, señora, a la muerte,
si esto para vos es exquisito,
os respondo, os invito,
decid que no, o hacedme fuerte.
Besos sellados con mi sangre
18/09/09 01:09
Silenciodeluna, de verdad tu haces que te quiera desde tus letras y también desde el sello de tus besos.
Besos y abrazos,
18/09/09 04:09