Pensaba al verla que sus ojos no miraban
que su mueca no era sonrisa
que su pelo estaba blanco
que sus manos ya no reconfortaban como antes
que su piel parecía partir,
despedirse
abandorla
Sentía que aún era esa adolescente
con fuego en la mirada
con labios de felicidad
con rebeldía en su largo pelo
con manos sobrecogedoras
con una piel reflejo de pasión
invitación
llamada
Amaba esa mirada
esa vieja sonrisa
ese ya no tan largo pelo
esas manos ya dormidas
Allá fue
era su tiempo
era la foto
recuerdo presente de una tan ausente
como nos duelen los recuerdos. precioso y sentido escrito.
un saludo.