Aquella muerte como un puñal se ha clavado en mí
me va traspasando en sangrantes recuerdos
entre hojas de libros sin letras, sin palabras,
sin vida.
Imágenes y silencios vienen de tu mano pequeña,
lágrimas acompañan el dolor que no pude evitar
entre pastillas, su incansable visita, sin paz
sin vida.
Perdida en mi odioso vivir, impaciente por el daño
decidida a golpearme con fuerza, huir
entre pasos tambaleantes, un gris, todo muerte
sin vida.
Busqué enfrentar la pobreza de mi alma oscura
tomé nuevos caminos; caminé sin sombras ni olvido
rompí nuevos silencios en este invierno tan mío.
Sin vida, por la muerte de mi hijo.
Hola, amigos!! En estos días un poco fríos estamos compartiendo con Ferr la lectura de una novela que realmente nos está atrapando por completo. En ella encontramos algo más que una buena historia, también a través de su autora, parte de la historia de nuestro país.
Se la recomendamos!
Un fuerte abrazo!
Sill y Ferr