Un deseo no se agota, no se acaba, no termina,
Nace de lo profundo del pecho, del puro corazón,
No acepta la derrota, se ancla a la pasión,
Se acobija entre tus dedos, entre tu vida que ilumina.

Un corazón lo acepta, y una mente lo piensa,
Soporta la afrenta, de una batalla que empieza,
La conquista es la victoria, un amor en recompensa,
Que lo lleva a la gloria, en jardines que deleitan.

Querubines son los que cantan, y sus alas nos muestran,
Que la vida aun no se acaba, y sus canciones nos prestan,
Se adorna la vida con su pureza, y se moja en manantiales,
Grande es la recompensa, que nos ofrecen los astrales.

En tus ojos veo estrellas, en tu cabello un cielo oscuro,
Eres tú la más bella, la que posee mi futuro.
Cantaría para ti, miles de canciones,
Que te hablarían de mí, y de mis buenas intenciones.

Te llevaré a un caudal, que emana el más puro amor,
Será nuestro raudal, el que forjemos los dos.
Juntos nos bañaremos en aguas refrescantes,
Nuestras almas uniremos, como dos grandes amantes.

Singer…

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