Enfrentarte a tus miedos, o vivir eso que tanto deseas que por un tiempo sientes que es real, pero cuando te despiertas, ves que solo ha sido un sueño.
Me parece increíble el poder de la imaginación, ser capaces de sentir algo que deseamos, tanto que llegamos a creérnoslo.
Esto pasa en la realidad incluso, piensas algo tan fuerte, que terminas creyéndote tu propia mentira, pero yo no hablo de eso, me gusta soñar pero se diferenciar mis sueños de la realidad, de mi vida.
Me gusta sentir por unos segundos que estoy andando por la playa, sintiendo las olas como chocan contra mis piernas, como se desvanece la arena en mis pies, sentir el calor del sol, me gusta relajarme pensando en mis objetivos, me gusta sentir que he conseguido llegar a la meta, me gusta imaginar el olor de algo perdido o sentirle cerca de mi.
Sé que si abro los ojos, estaré sentada escribiendo esto, que es en realidad lo que está pasando, pero ¿qué tiene de malo soñar?
Todos soñamos, pero ¿quién en realidad lucha por ellos?
La mayoría de lo que soñamos son cosas inalcanzables, o eso creemos.
La mayor parte de mis sueños, son retos, y reconozco que los intento alcanzar con todas mis fuerzas, quizás solo se queden en sueños, pero no por ello dejo de intentarlo, me considero luchadora, nada hace que me rinda, y eso me gusta, ya que consigo todo lo que me propongo y gracias a eso, mis sueños se han convertido en realidad.
