Dolor y rabia, tristeza y angustia... miles son los sentimientos que se pueden derramar por tus ojos. Pero pocas son las veces que demuestras que has llorado. Pronto aprendiste a ponerte una máscara sonriente y caminar con ella, sin que nadie se diera cuenta que en tu interior estabas rota.
Sé por qué lo haces ahora, supongo que tan solo es costumbre, pero ¿por qué lo hiciste la primera vez? ¿Para no parecer débil?, ¿para sentir que podías seguir luchando?... Deja de mentirte a ti misma. Mírate en el espejo y enfréntate a las emociones que recorren tu cuerpo y te hacen estremecer.
Pues quizás ahora las temas, pero puede que mañana te enseñen a vivir.
Pareciera que todos vamos luego de nuestro avatar, que locura, el ser humano es el único animal que sonríe cuando se siente morir o es capaz de esbozar tristeza cuando por dentro se ríe a carcajadas o burla.
Sin duda el dolor, la tristeza, la felicidad... todo te aporta algo.
Buen texto.