Creí que ya había desterrado este sentimiento de mi vida, que estaba inmunizada. ¡Qué equivocada estaba! Y lo peor, para cuando he identificado a mi enemigo, este ya estaba en mis entrañas, y ya había conquistado mi interior, pudiéndolo y destruyendo lo que me había constado construir una vida: ni auto-confianza.

He de decir, que siempre me ha sorprendido que mis amigos me caractericen como: una buena amiga con la que se puede contar. Sin embargo, hoy estas palabras me parecen una mentira. Pues sé que he dejado de lado a una de las personas que más me importan. Pero tampoco sé cómo ayudarla con sus problemas. ¿Le digo lo que pienso o lo que quiere oír? Ahora mismo ninguna de las opciones es buena.

No sé cómo pedirle perdón, sin parecer dolida, pues la víctima en esto es ella, y no yo. En este momento es cuando más necesito que mi corazón y mi mente colaboren para encontrar una solución, y sin embargo, tan solo escucho una voz que se repite una y otra y otra vez: No puedo perderla.

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2 Comentarios

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  Luisjose

  Sonia!!! : ) ... en parte me siento identificado con lo que reflexionas! realmente debes seguir a tu corazòn ... y cuando se siente que aun hay esperanza para no perder una persona apreciada o querida! luchar por esa persona!!! Saludos!
  
  Luis J. Cabrè!

  17/04/16 05:04

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  Sonia93

  Gracias Luisjose. Y por supuesto luché por esa persona.

  13/09/16 08:09