Calma, deliberadamente, con olor a rosas,
mariposas que cálidamente adornan las esquinas.
Espinas de rosa, que son vértices de nube.
¡Baja y sube el carrusel del miedo !
No estás, deliberadamente, entre mis rosas:
mariposas secas, tapices de polvo evanescente.
La corriente borra las huellas del sonoro reir:
adolescente hora para no morir....
sin ti.
Y dirás, cuando todo calle, que el soplo es de aire,
y no de brisa.
Risa, y risa de terciopelo negro. Velo sustentado
en el amado paso de tu baile....aire o cielo o brisa.
¡ Risa de carrusel !
Hoy no camina el árbol que fue sombra.
¿ Lo sabías ?
Decías, a la vez, que el tiempo no fue aquél
que la ironía del vivir dabas cobijo.
¡ Telón cerrándose a la vez que el tiempo !
Nace, de improviso, tu vuelo.
Ni bruma ni cielo, ni canto ni espanto,
ni ir ni venir:
¡ Decir, en ese infinito, castigo del hablante !
" Caminante no hay camino ".