Mayo
Es primavera este invierno y tus ojos son la octava maravilla del mundo.
Me sonreís a veces, cuando menos me lo espero y entonces dudo una y otra vez si dios existe.
No todo es tan tétrico pienso- si la vida es una casualidad remota en el universo, tu amor debe ser un capricho que el azar no quiere regalarme.
Y aún así sigo soñando, cuando no duermo, y me imagino que tus manos alguna vez van a buscarme. Pero si despierto, que es siempre, mis lágrimas acuden a mis surcos (en un intento desesperado por no morirse) para que las salve en esta boca sedienta de tus besos.
Star10 de septiembre de 2009