Castillo de Recuerdos.
"Miles de recuerdos perdidos entre aquellos árboles, miles de besos olvidados entre los ladrillos. Un pasado enterrado bajo aquel cielo de sangre."
Nada había cambiado desde la última vez en que mis pies pisaban aquella arena polvorienta que años atrás se mezclaba con sangre, bajo la atenta mirada de miles de espectadores abanicándose con ímpetu y refescandose con agua calentorra. El aire seguía impregnado de aquella fragancia a humildad. Desde aquella plaza de toros, el castillo adquiría una imagen emotiva. Aquella misma figura que se dibujaba en el horizonfe fue lo último que vi antes de marcharme.
Después de varios minutos, me decidí a entrar en aquel mágico monumento. Los jardines, a pesar de que estaba oscureciendo, seguían siendo preciosos. Llenos de flores y un tono general verde, acompañando fuentes de piedra y árboles altos y sanos.
Sin darme cuenta, llevaba más de media hora recordando momentos en cada rincón que posaba la mirada; y destrozándome el alma a cada paso que daba. Desde dentro vi la verja de salida y recordé aquella noche oscura de invierno en la que, con lágrimas en los ojos y el labio ensangrando, salía corriendo de aquella mansión dejando las sonrisas y los secretos escondidos entre las flores.
Y entonces, lo vi. Desde una ventana se podían ver dos siluetas, un hombre y una mujer, abrazados prometiéndose un amor eterno. Enseguida conocí su voz, e imaginaba su rostro severo pero sincero, que luego desdibujaba con una estupenda sonrisa. Ahí es cuándo comprendí que a pesar de todo, ella era feliz. 30-01-14
