Estas sentada en la silla de tu habitación, con un libro delante que no te interesa lo más mínimo, pero que es una parte de lo que definirá tu futuro... Aún así piensas en todo menos en ese libro, miras el móvil, juegas con los bolis, te das paseos con la excusa de ir al baño, a por agua o a por algo de comer... Incluso te puede dar por hacer una estructura con cualquier utensilio que tengas a tu disposición en ese momento. Todo eso seguro que la mayoría lo hacemos cuando estamos "estudiando" pero... ¿Vosotros alguna vez, en esa eternidad en la que estas más soñando que estudiando, os ha pasado que veis vuestra habitación distinta? Puede que esto no os haya pasado pero... Si empiezas a fijarte detenidamente en tu habitación, en todos los objetos que hay en ella, desde el techo hasta el suelo, en las baldas, en el escritorio, en la cama, en el armario... Hay un montón de objetos que tienen una historia, cada uno de ellos una, algunos más larga y otros más corta, unos más reciente otros más antigua, unos acabada y otros sin finalizar, de otros puede que no nos la sepamos... Pero todos tienen su historia aunque sea solo el día en que lo adquiriste y desde entonces lleve olvidado en un rincón de tu habitación... Todos han formado momentos de tu vida, algunos ni recordabas que exitían y otros les tienes un especial aprecio... Entonces intentas recordar la historia de cada uno y miles de recuerdos vienen desordenados a tu mente... Esta es la prueba de que aveces no es necesario que las cosas queden guardadas a traves de una foto o un texto... Hay muchas otras cosas que marcan tu vida, y que te ayudan a recordar. Yo hoy os imvito a que recorrais vuestra habitacion, fijandoos en cada detalle, hasta el más mínimo, incluso si antes era diferente intentarlo recordar... Sentir de nuevo todas las emociones que os causaron esos tiempo lejanos que se fueron, y ya no volverán.

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