Me gustaría que entendiéras tantas cosas. Un pasado oscuro, un presente gris y un futuro traslúcido. Pero no puedo, no es algo para sentirse orgullosa. Aún es pronto, lo sé. Te asustarías. Tú solo soporta como soy: depresiva, melancólica y dramática; yo ya me encargaré de recompensártelo.
Recuérdame que me quieres, no porque se me olvide, sino porque lo necesito. A ti, a ti te necesito. Y si tú caes, yo caigo contigo. Llámalo egoísta si quieres, o romántico, no sé, tú solo aplícalo. Si me quieres, claro. Si no, márchate. Espera, no, no lo hagas, quédate. No sé, tú quiéreme, yo te quiero, y mucho, y más, y no sé si dejaré de hacerlo.
Qué más da. Carpe diem decías, ¿no? Está bien, agarra el día, el día en que nos conocimos, y no lo sueltes jamás. ¿Qué puede salir mal? Tal vez sea vergonzosa, pero a la distancia hace mucho que la planté cara, no temas. Pero, ¿y tú? Aguántala, aguántame, aguantémonos el uno al otro, aguantemos la vida, los dos juntos. Cuando ames, ama. Ámame cuando ames. Ámame cuando no ames. 18-11-15