Silenciodeluna
Tendría entre doce y quince años cuando un primo me dijo que viera Cyrano de Bergerac, la versión de Depardieu. La vi en familia y me cautivó. Entonces, poco tiempo después, una noche de luna llena, cuando todos en mi casa se acostaron, salí a la terraza. Miré la luna, cojí papel y boli y sin más luz de la que el astro me aportaba, le escribí un poema que ya no tengo: La reina nocturna. Nunca había leído poesía ni Poesía, solo filosofía. Como no se veía bien lo que escribía, al día siguiente, lo releí y le di algunos retoques. Me gustó como quedó.
A partir de entonces, cada noche cuando solo había silencio, me iba a la terraza y le escribía a la luna como si ella fuera mi amor terrenal, una personificación de mis amores imposibles. Así, hasta que años después, me zambullí en el océano informático y fui abandonando como la hoja que vuela a otro lugar, el escribir en papel.
05/05/14 10:05