Puede que el país que os describa a continuación no sea el más fantástico, que no haya monstruos ni seres irreales, pero de lo que estoy segura es de que en la real es de que en la realidad no hay ninguno como él.
A simple vista puede parecer un país normal, con seres normales y paisajes normales, pero si te fijas con atención te darás cuenta de que esos seres, que bien podrían ser humanos, se comportan de forma extraña. Para ellos no existen las desigualdades sociales y su principal objetivo es ayudar al prójimo siempre que pueden. No conocen el significado de la palabra violencia, es más, creo que no aparece ni en su diccionario. Están dotados de una amabilidad inmejorable y son responsables con sus obligaciones. El dinero no es lo más importante de sus vidas y por ello no existe la corrupción. Sus paisajes no están manchados de contaminación y la naturaleza alegra los ojos de quien pasea. No existen animales maltratados ni razones por las que llorar todos los días, ni siquiera tienen cárceles para arrestar a los presos porque... ¡no hay presos! Es más, el único delito de estos seres es no poseer ni uns pizca de maldad.
Se trata de un país idílico con el que todos hemos soñado alguna vez y, lo mejor de todo es que este mundo imaginario se puede hacer real con el esfuerzo de todos. 06-12-14
