Solo quiero uno,
un solo beso eterno en sus labios;
con sus manos en mi cintura,
con mis piernas en su cadera
y la ropa molestando.
Solo quiero uno,
un solo minuto eterno en su pecho;
con sus ojos en mi cuello,
con mis uñas en su espalda
y el reloj estorbando.
Solo quiero uno,
un solo deseo eterno en su carne;
con su placer en mis gemidos,
con mis caricias en su rosto
y el ruido incordiando.
Solo quiero uno,
un solo hombre eterno en mi vida;
con su felicidad en mis sonrisas,
con mis sonrisas en su felicidad
y el amor importunando.
04-05-16
Cuando el amor se alcanza de verdad, es suficiente para llenarnos por dentro y hacer que no deseemos otra cosa que vivirlo eternamente.
Lo has plasmado de una forma muy hermosa y sugerente.
Un saludo.