TusTextos

Tu Mirada.

Nunca me había detenido en tu mirada. Nunca tanto como hoy. Esa mirada penetrante que hace que piense mil cosas de una vez. Esa mirada tan insignificante para muchas personas, e incluso para mí. Porque nunca he sabido lo que significa tu mirada. Nunca sabré si cuando me miras sientes algo diferente. Nunca sabré nada sobre tu mirada. Nunca. Y me quedaré con las ganas de saber que es lo que piensas cuando me miras, porque tienes un don. Tú tienes un don de frialdad en la mirada. Aunque estés emocionado, nunca se te notará en la mirada y, ¿sabes por qué? Porque eres diferente. Y nunca me cansaré de decirte lo que me impresiona tu mirada. Yo, por mucho rencor que te tuve y por muy mal que nos llevábamos. Nunca te miré como tú miras a todo el mundo. Nunca te miré sin expresiones, nunca te miré como tú me miras. Y a veces pienso, que me duele mucho esa mirada. Tu mirada. Tu don. Muchas veces me han clavado puñales en pleno corazón y otras muchas veces me hicieron sollozar como una pequeña idiota. Pero, siempre que derramo mis pequeñas gotas de cristal. Me acuerdo de cuando, se te escapó, sin querer, una sonrisa hacia mí. Porque al intentar mirarte como tú me miras, me reí. Y tú soltaste la mejor de tus sonrisas. Dirigida a mí. Increíble pero cierto. Gracias a tu mirada me sonreíste sin más. Tu mirada. Cómo amo tu mirada. La primera vez me llamaste atención por tu mirada. Esa mirada fría, penetrante, perdida. Ésa. La misma. Nunca dejaré de echar en falta la forma en la que me miras. Y cada día que pasa, me miras igual. Pero hoy siento que me has mirado de una forma distinta. Sí, distinta. ¿Puede ser que te impacte que te mire sin miedo? Ya por fin. Sí, te miro sin miedo. Porque ya no me das miedo. Ya no me da miedo tu mirada. Ya no me da miedo la mirada que un día me hizo temblar, la mirada de la que nunca podía apartar la mía pero, tampoco podía mirar mucho tiempo seguido, porque la temía. Y ahora se ve que ya me he acostumbrado a esa mirada que la gente teme. Ya me he acostumbrado a la mirada que vuelvo a amar. Ya me he acostumbrado a tu mirada pícara y de niño malo que me encanta. ¿Lo sabías? Sí, me he acostumbrado a tu queridísima mirada. A esa mirada tan común para los demás y aún así, tan especial para mí. Amo tu mirada. Casi igual de lo que te amo a ti. Muchas veces he tenido ganas de mirarte con aire de superioridad pero, no lo consigo. Estoy acostumbrada a tu mirada pero, aún así, todavía no del todo. Supongo que nunca me acostumbraré del todo. Pero algo ya es más que nada, ¿no? Pues ese algo, puede que sea insignificante para ti pero, para mí lo es todo. Porque llevo un año detrás de esa mirada. Más de un año. Y esa mirada ha cambiado. No es la misma con la que me miraste. No, no lo es. Tu mirada hacia mí ha cambiado, ahora te salen arrugas finas y que te hacen precioso. Tú ahora me miras sonriendo, sí. Y todavía no sé el porqué. Te gusta picarme demasiado pero, ¿por qué ahora me miras sonriendo? Antes eso no lo hacías y, supuestamente, antes me querías. Pero... ¿ahora qué? Ahora quiero saber lo que pasa y no me entero. Y ahora mismo, pensando, me he dado cuenta de que tu mirada dice más cosas de las que puedo saber.
Supercarl21 de julio de 2012

2 Comentarios

  • Kafkizoid1

    Bonito texto, simple y transparente. Saludos :)

    21/07/12 09:07

  • Supercarl

    Muchas gracias Kafkizod1 :)

    22/07/12 03:07

Más de Supercarl

Chat