La luna: Cu�ntas veces no hablamos con ella, le decimos mensajes para el ser amado. �T� que lo ves dile, cu�nto lo extra�o, cu�nto le quiero, t� que sabes en d�nde est�. La luna tan bella cuando est� llena, que aunque sin luz propia, es testigo de todas las noche apasionas o desdichadas de las personas.
El sol: El rey de los astros, viene a calentarnos cuando parece que moriremos de fr�o. Irradia tal esplendor, que siempre decimos: �hay ilum�name t��. Tan propio de su luz, da tanta energ�a, que tienta ser como �l; a su hora aparece y da todo de s�.
Las estrellas: Estas son bien utilizadas en una noche de enamoramiento. Dos personas que no son parejas se sientan, quiz�s en un banco del parque m�s cercano y bajan todas las estrellas del firmamento. Mira aquella, y si las juntas pues ah� tenemos la primera constelaci�n, as� no se nota que se va el tiempo y quiz�s amanezca m�s temprano, no?
Existe algo, un lucero. Me encanta este, no lo tengo claro, no s� si tiene luz propia, mas no creo que haga la diferencia. S� que se agiganta en el cielo estrellado o no, s� que inspira amor, tan reluciente, tan all� cuando lo he necesitado para hablarle y no se encuentra la bienvenida Luna, u el caluroso sol y tantas estrellas en el firmamento. Ese lucero lo quise para m�, de hecho lo hice m�o, y una noche, sin sentarme en el banco del parque m�s cercano, lo regal�, a una gran pasi�n, ilustr� mi gran amor. S�, estaba tan alegre ese d�a, en un peque�o balc�n, mirando el cielo, no recuerdo bien si antes o despu�s de haber cre�do tocar el cielo al sentir la desenfrenada locura de hacernos el amor, tan atrevido todo en aquella �poca, tan digno de nuestras edades, nada era imposible, todo era impetuoso, verdadero, no import� nunca su duraci�n. Pues mir� al cielo y dije: ves aquel lucero, ser� nuestro lucero, recu�rdalo, no importa cuantas parejas lo habr�n regalado antes, en este momento es �nicamente para nosotros, quiz�s no literalmente us� estas palabras, pero que lo entregu� eso s�, te confieso que lo hice pensando en algo duradero, y dur� en la memoria de los dos.
Los astros, nuestros astros pueden ser tan alentadores, incluso nuestra pareja puede ser el ASTRO. Un astro: gu�a, perdura. La pareja muchas veces es nuestra gu�a y si la qu�mica se da bien, la comprensi�n, la confianza, la admiraci�n, la alegr�a o tristeza, todo esto puede ser nuestro propio Astro, en el firmamento de la vida. T� vida, mi vida, nuestra vida. �Cu�l ser� tu Astro? No, no me digas, pero tenlo ah� cerca, h�blale cuando lo necesites, mu�strale el firmamento.

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1 Comentarios

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  Syleinda

  democles eso es algo que admiro en ti, la sinceridad, y si dude un poco no? lo de los textos, es que para mi son excelentes, pues nada agradezco que opines asi de lo que escribo, y tomare una constelacion, luego te digo cual escogi, jajaj, gracias again amigo mio y espero que tu insipracion nunca se agote, para seguir leyendote... saludos miles para ti

  06/04/11 11:04