La última inyección venía decidida.
Y tu hocico húmedo era adorno.
De los universos inocentes que eran tus ojos.
Como si se supiese que se depara para cada uno.
No había movimiento, ni resiste...
¡Hola! Somos una comunidad de escritores aficionados. Nos reunimos aquí a mostrar y comentar nuestros textos. Descubrimos nuevas historias y nuevos amigos cada día. → Únete para participar