Tarantella,
aminorando tu cantar de seda
no se enmudece tu hilo por voz,
préndete con cautela,
pues quién tiró la primera piedra
desenmascaró por veloz
la temible y agazapada polvareda.
¡Hola! Somos una comunidad de escritores aficionados. Nos reunimos aquí a mostrar y comentar nuestros textos. Descubrimos nuevas historias y nuevos amigos cada día. → Únete para participar