Vocesdelibertad
Teresina:
En esta página publica una amiga de mi país, su seudónimo es Bronik, ella perdió a su mami y hace unos días publicó lo siguiente (copio un pequeño extracto del texto que escribió el papá de Bronik):
¿Por qué estás lejos, oh Yahveh, y te escondes en el tiempo de la tribulación?".
"Cuando más lo necesitaba, Dios como que se escondía.
Así fue también nuestra experiencia con Ethel. Sentíamos que no había respuesta a nuestras oraciones. Durante las muchas horas de desvelo y el deseo de dormir un poco, Ethel me decía: "Dios no me oye; ¿por qué?". Yo también pensaba lo mismo.
Por lo menos sabíamos que la sensación de abandono la habían experimentado otros, y mucho mayores en fe que nosotros. Por eso cada noche hicimos nuestro, el clamor de David:
"¿Hasta cuándo, Yahveh?, ¿me olvidarás para siempre?, ¿hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?";... "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?"... "Despierta; ¿por qué duermes Señor?, despierta, no te alejes para siempre, ¿por qué escondes tu rostro y te olvidas de nuestra aflicción...?"
A pesar de nuestras dudas, nos aferrábamos a los elementos de nuestra fe. Y por eso cada noche siempre terminábamos leyendo en las Sagradas Escrituras aquella conocida frase:
"En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú Yahveh, me haces vivir confiado."
Aunque quizá la mayoría de las veces, ni el sueño, ni la paz aparecían.
Entonces orábamos: si no vemos tu respuesta como nosotros pedimos, por lo menos abre nuestros ojos para ver la forma cómo actúa tu mano poderosa en nuestras vidas."
Es difícil perder a los seres que amamos y el dolor llega a rasgarnos el alma, tus preguntas son comprendidas.
Te abrazo con todo mi cariño
01/02/11 05:02