Me he quitado tu pulsera, nuestra pulsera; ya no tiene sentido si uno de los dos no la lleva; si para uno de los dos no significa nada para el otro tampoco, y tú te la quitaste hace mucho tiempo. Es algo que va unido, como cuando una ficha de dominó se cae y tira a las demás.
Yo no he podido quitármela hasta hoy, me sentía unido a ti de alguna forma especial, era solo una ilusión por supuesto; nuestros caminos se separaron hace tiempo. Supongo que es algo inevitable; cosas de la vida te dicen todos.
Pero lo cierto es que aunque me he quitado la pulsera, la marca del sol permanece en mi piel. La miro y ahí está rodeada de recuerdos, tiempos que ya pasaron, momentos que jamás se repetirán...