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Instinto

HACE MUCHO, CUANDO EL TIEMPO SE MEDIA EN MILENIOS, UN ELEMENTO MISTICO TOCO UN PLANETA SIN VIDA CASTIGADO POR LOS ASTROS, SU PODER HIZO FLORECER SERES DE TODAS FORMAS Y TAMAÑOS, ENTONCES DE LOS SUELOS VINO SER DESPIADADO QUE NO DESCANSO HASTA DESTRUIRLO TODO…

En las profundidades del desierto, a las orillas de una aldea de campesinos, a 5 kilómetros del pozo más cercano, Djamel, un niño de 8 años, jadea repetidamente mientras seca el sudor de su frente con la manga de la túnica que le regalo su padre, a quien tiene ya varios meses de no ver, la guerra y la sequia no le dejaron otra opción, así que, al igual que la mayoría, se vio obligado a realizar un viaje de muchos días al sur para buscar trabajo en los plantíos de algodón.
El recuerda casi al pie de la letra tantas anécdotas que su padre le contaba mientras preparaban el fuego por las tardes, de cuando su padre era niño y a su vez el escuchaba cuentos de su abuelo, de cuando las tierras eran fértiles, y en toda la aldea no faltaba el pan para nadie, cuando para beber no tenias más que ir al pozo y sacar una garrafa grande y beberla toda y sentir como el agua refrescaba tus labios corriendo en dos ríos por tus mejillas bañando tus ropas y tu pecho.
Los ancianos de la aldea hablan mucho de ese tiempo, los niños corrían por los plantíos ayudando a sus padres y nadie tenía más trabajo que el otro y nadie tenía más pan que el otro. La vida era sencilla, era mejor, al menos mejor de lo que es ahora.
Se dio cuenta que llevaba ya varios segundos con la boca abierta y ojos cerrados hacia el cielo y se dijo “No me puedo detener”, contuvo todas sus ansias de llevarse a la boca la bolsa de agua a medio llenar, la apretó fuerte contra su costado y arranco la carrera de nuevo, el corazón le salía del pecho en cada latido, sus labios le ardían y la tierra se le metía entre las grietas de su boca, pero, aunque se sentía desmayar en cada paso, el recuerdo de los gritos de su madre lo hacían correr aun mas rápido.
A medio kilometro, Fátima, su madre, está dando a luz a su tercer hijo, la matrona dijo que sería un parto complicado, y que seguramente el niño venga mal, rompió aguas temprano, y el líquido verdoso no era buen augurio, con un poco de suerte la madre no morirá.
Agua, por favor, dijo Fátima, pero toda el agua que había llevaba ya 2 semanas en el cántaro, ocuparía aunque sea un poco de jagua nueva para limpiar al niño con trapos húmedos y la madre necesitaría beber otro poco para la sed que viene después del parto, así que mandaron a Djamel con la garrafa de piel para conseguir agua en el pozo de la aldea.
Djamel no podía quitarse la imagen de su madre sudorosa y doliente, que con la mano temblorosa toco su mejilla y le dijo, ve hijo, no te preocupes, estaré bien.
Cuando Djamel llegaba a su casa, pudo ver a través de la cortina la mano de su madre tendida sin fuerza en las cobijas y vio a la anciana que salía con un bulto de cobijas en las manos, lo tallaba y sacudía al mismo tiempo que lo acercaba a sus viejos ojos, el no entendía lo que pasaba, no entendía como alguien podía sostener con tanta brusquedad a un pequeño bebe, pero, lo que lo intrigaba era el silencio. Entro y choco con un canasto que estaba en el suelo, aunque su rodilla tallo con la tierra, no se quejo ni soltó el agua de su mano, el silencio no lo dejaba escuchar nada más que sus propios latidos, nada, curiosamente no había ningún ruido, ni las ramas de la cocotera movidas por el viento, ni voces ni gritos, así como tampoco llanto de bebe.
8 años son poco tiempo para jugar, pero aquí, debajo del ardiente y despiadado astro, son lo suficiente para hacerte reaccionar, Djamel dio un par de pasos más, miro a su madre quien permanecía muda con la vista fija, enderezo su rostro con una mano y con la otra ofreció el fresco contenido de su bolsa mientras con voz firme la decía una y otra vez: “No te preocupes mamá, ya estoy aquí, todo estará bien”

TIGRE DE NIEVE
Tigredenieve02 de junio de 2010

3 Comentarios

  • Gabrielfalconi

    parece sacado de la realidad
    muy bueno!!!

    03/06/10 05:06

  • Tigredenieve

    Gracias Gabriel, aunque el cuento no te situa en ningun tiempo ni ciudad, de hecho pudiera estar ocurriendo en este momento en alguna parte. Que bien que te gusto.

    04/06/10 12:06

  • Kili

    La historia te compenetra.. es cierto que es una situación sumamente realista. La triste desesperación de Djamel resulta conmovedora. Me gustó. Saludos!

    06/06/10 07:06

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