Paralizadas las piernas, permaneció mudo, sus grandes ojos abiertos y destellando. Una lágrima pasó a lo largo de su mejilla. La ocasión se presentaba perfecta esta noche para llorar, sin más motivo que la emoción. Nunca había visto el Mediterráneo agitado de este modo. Olas inusuales sobre esta parte de la costa española se rompían en un estruendo a dar miedo. Sin respiros, se conectaban las unas con las otras. Ali se sintió atraído por la demostración de fuerza del elemento, causándole un pensamiento un tanto misterioso. Una bonita muerte que de ofreserce a estas aguas para compensar lo que el hombre le quita. Pensó.
Sacó de su bolsillo la mezcla entre papel que había rulado algunos minutos antes bajo un porche y, lo encendió con una fuerte y continua calada causando una inmediata potente combustión de un rojo digital.
Sus ojos parecieron estrellas y su mirada se perdió a lo lejos, en la línea del negro horizonte, donde era prácticamente imposible diferenciar el agua del cielo poco estrellado esta noche. Es entonces que de nuevo, esta misma sensación producida algunas horas antes en la tarde en pleno trabajo, de flotación y que todas las cosas en torno él funcionaba al ralentí, le abrazó sobre la orilla del mediterráneo.
Cerró los ojos, sus brazos caídos a lo largo de su cuerpo, se levantaron, alineados y coordinados hasta altura de los hombros. Su cabeza se inclinó ligeramente hacia atras. Pareció querer evadirse con como unico transporte, el viento. Su cuerpo se inclinó, derecho como un palillo. Más, más, más y más aún. El impacto en la arena sonó pesado. El choque contra el suelo no dio ningún nacimiento de dolor. Este recubrimiento afortunadamente, amortigua las caídas. Fumaba su porro en esta posición, dejando caer la ceniza sobre su cara y terminar su recorrido en la arena. Una vez terminado, colocó sus manos con el fin de apoyar su cabeza, y confortablemente, Ali se durmió.


- ¿Allo?
- ¿Ali? ¡Es maman!
- ¿No duermes a estas horas? Se sorprende Ali.
- Ali, Bernard ha muerto, esta noche (sollozo) en el hospital.

Se queda la boca medio abierta algunos segundos. No piensa nada. No puede pensar. Sus ojos se levantan sobre una fotografía que colgó en la pared, justo frente a él, donde Mikou y Bernard le regalan la mejor sonrisa el día de su matrimonio. Fija al nuevo casado, gafas clásicas colocadas sobre la nariz, cabello blanco, cara alargada e inteligente. El Sr. Sotty, siempre lo ha llamado así, por su apellido, una forma de distinción que se merecía ampliamente. Ali se pierde en sus propios pensamientos y no se mueve, tampoco puede.

- Ali escucha, le enterraran la próxima semana, martes por la mañana, a las 13h. ¿Piensas poder venir?

Silencio.

-¿Ali? ¿Ali? ¿Me oyes? ¿Ali? Insiste su madre.

Ali observa su teléfono y le parece oír a una persona hablar al otro lado. Se lo pega a la oreja.

- ¿Ali? Insiste otra vez Mikou con voz de preocupación.
- Sí, perdóname, no sé qué decir. Pase lo que pase estaré allí. Te llamo para darte el día de mi llegada. Pienso lunes. Oye ruidos.
- ¿Mikou? Pregunta.
- (grande sollozo) ¿Qué?
- Cuenta conmigo. ¿De acuerdo?
- De acuerdo, gracias mi bebé. Te amo.
- Yo también Mikou te quiero. Y permanece de pie por favor. Hazlo para mí.
- Sí, no te preocupes. Besitos mi ángel.
- Besitos.



Una ruidosa sirena lo despertó. Sintió repentinamente los ganchos del frío que taladraban su piel. Levantó su busto para quedarse cara al mar que seguía todavía con ese réquiem musical. Pesado y oscuro.
El sonido de la sirena se alejaba hasta no oírla más. Se levantó y se pasó las manos sobre las prendas para retirar la arena. Observó una última vez el agua.

- A ti también te quiero.

Le dio la espalda y tomó el camino de vuelta, el casco Sony sobre la cabeza, la cabeza en la capucha y los pies desnudos dejando un índice de su paso.
Ali llegó a unos 100 metros de la casita dilapidada de Paco. Se paro neto.

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2 Comentarios

• 

  Mary

  Perdona, hacia tiempo que me tenia que haber pasado por aqui, pero
  hace bastante que no dedico tiempo a la pagina.
  
  Lo he vuelto a leer desde el 1º, me faltaban los dos ultimos pero como
  hacia tanto que lo empece a leer pues casi no recordaba bien la trama.
  
  Este cap. se me hizo muy interesante, sobre todo las reflexiones de Ali
  sobre el mar. Ojala yo pudiera estar una fria tarde frente a un mar
  enfurecido y dormirme en la arena, es algo tremendamente encantador,
  y tu lo describes muy bien.
  
  Voy para el siguiente....

  26/06/11 06:06

• 

  Tosh

  Muchas gracias Mary por mantener viva tu curiosidad en acabar ese relato y retomar su lectura tras tanto tiempo. :)

  02/07/11 07:07