¿Amas a dos
a diez
a mil millones?
¿Amas un amor
inadecuado
opresivo
deslucido?
¿A destiempo?
¿A lamentos?
¿A mordiscos?
¿A los hombres
que no advierten
que eres fuego,
destello
y bienvenida?
¿a mujeres
que desean
desnudarte
para luego
vestirte
con su envidia?
¿A un traidor
que en una cruel
comparación
te perjudica?
¿Y a tu propia libertad?
¿Y a tu pasado
preñado
de doctrinas,
tu presente batallado
y tu futuro
prometido?
Y a mí,
que por ti
me desespero,
me desmuero,
me desvivo,
que por ti
doy mis dientes
mis ojos
mi saliva,
a mí
que te respiro
te transpiro
te dibujo
en las siluetas
de la calle
y te llevo
a donde voy
enclavada
en las pupilas,
a mí
que te venero,
ni me miras.