Y te quedas enredado en las esquinas
esperando por los soles
que calienten tus ausencias,
por los bares que no dejan
que recales
para echarte algo de brasa
en la garganta
y una pócima de alcohol
en las heridas.
Y te quedas empapado de nostalgia,
tiritando la impaciencia
de la espera.
Y conviertes la ternura que sentías
en un páramo de vientos
y de estrellas.
Y te quedas
en el lado exasperante de la vida,
intentándole un farol a la tiniebla,
un cordero de comer
para tu lobo
o un abrazo que aniquile
despedidas.
... en el lado exasperante de la vida,
intentándole un farol a la tiniebla,
un cordero de comer
para tu lobo
o un abrazo que aniquile
despedidas
Barbaro!!
un abrazo
Antonio