Es otro el miedo
son otras las razones,
no es una hoja en blanco
tu enemiga,
no es el mañana impreciso
la vara de tu medida,
ni siquiera tu nostalgia
de escribir aquellos versos
que solías.
No es el fugaz fracaso
que en esta hora agoniza
en un bote de papel
quien te arroja
incertidumbre
en las heridas.
Son tus temores concretos,
el futuro natural
que se avecina,
con el que debes luchar
porque todo salga bien
aunque esté todo mal en la partida.
No una hoja arrugada
que el otoño sin piedad
arremolina
