Estaba con todos los sentidos trémulos.
Su mano temblaba y los pensamientos se atropellaban entre sí mismos.
Entre esa marea de sentimientos había una voz interior que le gritaba con ansias, le decia que la vida ya le había dado mucho. El sentía lo mismo.
Ese día era el más triste dentro de la rutina típica.
Cuando apretó el gatillo sus últimos pensamientos fueron:
"Si la vida me ha dado tanto ¿Qué mas necesito de ella?"