¿Y que pasa si las estrellas ya no brillan en el cielo? Bueno, a mi me gusta el chocolate así que… por mucho que tu corazón sea de hielo, creo que cualquier abrazo es cómodo. Aunque qué quieres que te diga, de día veo las nubes y me las imagino de fiesta. En resumen, que nada tiene luz en esta vida. ¡Pero esa es la clave! ¿Como no había pensado en comprarme esa manta que tanto ansiaba? Sea lo que sea, sigo creyendo que me gusta más el helado de yogurt. No te queda otra cosa que abandonar, porque soy la mejor saltando a la pata coja. Digas lo que digas le seguiré queriendo… Me da igual que haga frío afuera. Y lo repito: ¿por qué dejaste que el candado de tus sentimientos se oxidara? Que le den a todo, yo quiero ser un Pegaso. Quiero una peluca, ya que mi sueño siempre ha sido volar hasta lo más alto… Piénsalo… robar es pecado pero ¿robar a un rico sigue siéndolo? Pregúntale a ese niño de allá si me deja un poco de su comida. Que tengo un pelo en el ojo. Señoras y señores, escribir frases sin sentido liadas las unas a las otras… Es verdad: estoy loca. Me encantaría pintar el mundo de colores. ¡Tu sonrisa es divertida! Quiero poder sentarme en una mesa y comer a gusto. Y aquí acabo todo. Porque escribir duele. Y los cerdos, si volaran, serían nuestro transporte: las camillas son incómodas.

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