¡la Luna y Vos!
Me tome de las manos, hable sin escuchar y sonreí sin siquiera sentir emoción.
Una nueva canción sonaba desde la radio que antes ya había escuchado, el pasado se mezclaba con el presente y el futuro iba de mano de la imaginación.
Creando una voz, una nueva voz y un nuevo corazón estaba yo.. sentada frente al mar y la noche estrellada, junto a una Luna tan inmensa que parecía tragarse a la tierra.
¿quién ocuparía este lugar? Pensé. Mirando hacia mi lado y dejando una mano sobre la arena vacía.
¿quién estaría allí pronto?
¡la soledad!
Me gritó la luna y retire la mano de golpe.
¡soledad!
¡Maldita y estúpida soledad!
Cante.
Para el mar y la luna.
Cante.
Para calmar el dolor y sanar lo irreparable.
Cante.
Para llorar y reir.
Cante...
¡por no verte volver!
Las estrellas parecían pequeñas gotitas de acuarela y entre ellas apareció el sol. Pero no justamente para iluminarme, para eso estaba la Luna... apareció tan deprisa que no pude ocultarme; logre correr hasta la oscuridad pero me tomo de los pies y arrojo hasta el mar para llenarme de recuerdos y volver.
¡siempre volver!
Sabiendo que sólo era eso.
¡Recuerdos!