ESTADO DE ENAJENACIÓN
El etarra,
aterra,
y el espíritu de Ermua,
no quiere que nadie muera.
La mayoría de los vascos son como Karlos Arguiñano,
jamás en la vida osarían hacer a nadie daño,
pero hay algún que otro vasco,
que da asco.
En un estado de enajenación,
siente atacada su nación,
y en nombre de su tierra,
a inocentes entierra,
desgarrando corazones,
por bastardas razones.
Para acabar con sus irreales problemas,
estos son algunos de sus lemas:
o pasas por el aro,
o te disparo.
O haces lo que te diga,
o que Dios te bendiga.
Y al que no dimita,
se le dinamita,
y al menor desaire,
saltas por los aires.
Cual bárbaro Atila,
asesina y mutila.
Vaya, vaya,
que gente más canalla.
e.t.a. sólo sabes matar,
estás loca de atar.
Estás condenada al fracaso,
tarde o temprano llegará tu ocaso.
No se reclaman estados,
con indiscriminados atentados.
No se defienden culturas,
llenando sepulturas.
Craso error,
sembrar el terror.
El tiro en la nuca,
no triunfará nunca.
Gracias a Dios, por suerte,
el bien es más fuerte.
...
La historia debe ser el escaparate,
que enseñe que disparar es un disparate.
«El que siembra vientos recoge tempestades».
Atrofiemos nuestro cerebro de reptil,
que nadie más muera por un proyectil.
«Un hombre, cualquier hombre,
vale más que una bandera,
cualquier bandera».
«No hay caminos para la paz, la paz es el camino».
«No hay más patria que la humanidad».
«Desgraciado el hombre que tiene patria;
ocupa un lugar muy pequeño en el Universo».
«Dos no riñen si uno no quiere».
«Haz el amor y no la guerra».
Escrito en 1997
