Como si fuera la resultante del necio antojo de un genio mal nacido, este pueblo, otrora casta de inteligentes, aprendió una misma conducta y la repetía religiosamente, a pesar de las variadas preocupaciones de sus individuos.
Era parte de su cultura, quizá uno más de los rasgos distintivos de Homo Sapiens..., cada vez que el semáforo cambiaba a rojo, pisaban el pedal del freno y en cuanto el vehículo se detenía, todos comenzaban a hurgar en su nariz.
FIN
Ingenioso.