Déjame ser viento que tus cabellos meza
como invitado puelche o brisa sureña
como torbellino que esculpe las peñas
donde el aroma a caldillo resucita y besa.
Quiero ser tu navegante taciturno y loco
déjate atracar como una caleta solidaria
como epopeya dulce, heroica y solitaria
déjame ser marinero en tu mundo todo.
Ah, del día que tus ojos me permitan
ver mi reflejo en la celeste curvatura
ah, de la noche cuando los rayos emitan
sonidos y luces, y sombra que apresura
pasos trémulos, y cuerpos que levitan
en la noche cerrada y la densa espesura.