Las noches pasan como si nada.
El tiempo transcurre deprisa.
Mientras ustedes fijen sonrisas y falsos abrazos.
Yo lo sigo amando.
Me revuelco entre las sabanas que aun llevan su olor.
Me atormentan los sueños, me van congelando.
Mi alma se va rompiendo en mil pedazos.
Y mientras tú lo sofocas, yo quiero tenerlo en mis brazos.
Y tal vez cuando ya sea tarde y tu cuerpo se harte de tenerlo.
Él regrese a mí para decirme que nunca me olvido.
Y que hasta lloro por sentir la ausencia de nuestro amor.
Pero ya entonces será tarde porque me encontré en los latidos de otro corazón.
