Desde el principio lo presentía
Sabía que algún día el amor se acabaría
En otra época sería yo quien te rogaría
Pero esta vez me despediré sin melancolía
Gritaré cuanto te odio sin temor
Admitiré que por ti nada llegue a sentir
Me apartaré sin rozar ni un poco de dolor
Traeré mis valijas y no importará partir
De vez en cuando es bueno perderse
Alejarse del mundo y encontrarse con el interior
Usar el tiempo para pensar cuerda mente
No subestimar el amor propio, ni sobre valorar el dolor
La soledad está ligada a la pobreza
A esa vasta escasez de no creer en su potencial
Buscando motivos que impulsen a dar reversa
Hundiéndose en la miseria del vacío mental
No debe confundirse tomar distancia con la cobardía
Se elige uno mismo al momento de romperse
Y, o sufre para curarse demostrando valentía
O se ahoga en un pozo para siempre tender a esconderse
Ya nos soltamos las manos y nos dimos el último adiós
Dolió como dos disparos al alma y uno al corazón
Al final ¡DESPERTÉ!, y lo primero que mi voz murmuro:
Falta coraje para que sucedan los versos del texto anterior
Como última petición, haz lo que pido a continuación:
Trae los sueños que te di o escribiré mil poemas de dolor,
Ese causaste al mencionar: "se me acabó el amor".
Mente fría, corazón frío.
