No necesitas entregarme nada, más no me perteneces, tú eres el viento; soy la hoja que corre libre, tú me das esa libertad y me remontas a ese cielo que parecía inalcanzable.
Seamos dos HOY, sin tiempo y espacio concreto, que el destino nos guíe, que el albedrío sea nuestra virtud.
Dedicada:
- A mi puño y a mi pluma.
- A la cordura y la demencia.
- Al preso y al ave.
- A vos y a mi.
- A nosotros.
Gracias por tu comentario indigo, creo que el poder de decisión que cada uno tiene es lo que nos hace únicos y capaces de tener el poder de dominar nuestra propia existencia.
Gracias Libelle, la tuya tiene fineza en el trazo.
Democles, muchas gracias por leer y por la bienvenida a este sitio, es muy bello poder compartir los escritos con ustedes y leer a personas con tanto talento.