Mirada desorientada, invadida por un mar de pensamientos y sentimientos tropiezo con un viejo deshojado su refugio me lleva a su misterioso mundo, sus ramas fuertes, su piel dura y áspera me revelan su verdad...
Ascendiendo me liberó de los extraños malestares...
Abrazada a su tronco la tranquilidad me envuelve, somos invisibles, la brisa nos acaricia lentamente meciendonos mientras el cielo despejado me invita a fantasear ...