Mi amor bello y único,
que viniste a cumplir una misión y largarte,
enamorarme locamente de tu persona,
y lo lograste.
Ahora te vas sin avisar, estrella de mis noches,
luz de mi día,
te querré siempre aquí abajo,
te observaré siempre allá arriba.
Te hablaré todas las noches
estaré horas contando nuestras historias,
y luego como en un suspiro lo diré,
te quiero.
Por favor, estate ahí para oírlo,
será como volver a amanecer en nuestra cama,
como volver a vernos después de tanto tiempo,
como volver a mirarnos y por un instante, querernos más que nunca.
Quise cumplir mis sueños contigo,
que se convirtieran en nuestros sueños,
amarlos como nos amamos nosotros,
y lograrlos.
Ahora aquí estoy yo,
echándote de menos mi dulce melancolía,
mi pequeña felicidad de mis días.
Ojalá estuvieras aquí conmigo,
en cuerpo.
Dios se lleva a las mejores personas
pero tarde o temprano estaré yo contigo,
como siempre prometimos...
