Entreabrí los ojos para encontrarme con una decena de personas que gritaban en silencio alrededor mio, las luces que corrían con pausas sobre mí llevaban una hipnosis celestial, tranquilizando la vibración que las ruedas de esta camilla adolecian mi cuerpo...
Más temor sentí aún al darme cuenta de que entre todas estas personas blancas, no estabas tú...
Agitaban tubos bañados en sangre que parecía mantenerse tibia... Mis pensamientos confusos no despertaban mi interés en ellos. Sin embargo, intenté formular un par de palabras, pero mi garganta estaba tan llena de sangre salada que no me dejaba hacerlo...
Mi cuerpo entumido no me permitía moverme un centímetro y por fín me di por vencido... no estabas tú...
