Y que si quieres
yo te muestro cada rincón
de los agujeros de bala que se aferran
en mi pecho.
Te explico de donde viene este miedo,
y abro las alas para subirte
a mi cielo.
Y te beso.
Te beso en la comisura de tus besos
y planto en ti semillas de alegría
y llantos;
y las dejamos crecer para fumarnoslas juntos.
Y te enseño a cantar,
luego tú me pintas baladas en el cuerpo.
Claves de sol como grabadas en la espalda.
Sinfonías de Beethoven entre los dedos.
Hacemos que llueva
y si no nos mojamos aquí dentro,
nos ahogamos y ante el frío
fuego.
Llamas que apartan la melancolía de tu suelo,
que hacen arder los poemas.
Así se esfumen las cartas
y los sueños.
Consumimos aventuras.
Se van las cenizas con el viento.
Pues cuanto más loco más se quiere;
y así nosotros jugamos a que nos queremos.
V.S