No es mi ausencia
la que borra mis pasos
del camino.
Ni mi sonrisa la que desaparece
en mis labios dormidos.
¿Son mis ojos acaso,
luz tenue del olvido?
Que sí,
que ya mi cuerpo es y no es,
sólo sombra en lo oscuro...
que se difumine mi rostro,
pero que sea el tiempo y el polvo,
el responsable,
y no el olvido.
El corazón VIVE de los latidos del amor, vibra distinto cuando se dejan atrás esos sentimientos que nos causaron dolor. Considero que se debe a que se construyen nuevas ilusiones.
Lindos versos con ese brote supremo de la Esperanza al final!
muchas gracias por los comentarios a todos, y norah, el tema es la muerte pero no de los recuerdos, que viven en las personas que recuerdan a quien se va, manteniéndolas aún vivas.