Hay quién persigue tu pista para alcanzar tu vuelo.
Y no sabían de ti...Ni de lo que te gustaba hacer.
Ni como persegías las gotas que se escapaban de la fuente.
Que saltaban juguetonas sobre la piedra de mármol blanca.
Relucíentes bajo los rayos dorados que acaraciaban tu piel.
Que te gustaba oler entre la hierba,
las señales ancestrales.
Y te gustaba la primavera por su brillo,
aunque todos apostaban por los colores.
Entre las miradas perplejas
que dejabas a tu paso,
el descubrimiento ante lo insólito.
Cómo decir que eras un pájaro exótico,
de plumaje vivo
que despierta todos los sentidos.
Que dabas vida
en los lugares más lúgubres.
Sentía en el alma todos esos sentimientos
que sólo me llegaron a rozar.
Ávidos y audaces
Escribes realmente bien Violeta, me encanta leerte, tu poesia siempre esconde un bello paisaje, y un eterno pensamiento.
Un saludo.