¿Adónde arrastro esta angustia que me consume?
Corro y siempre termina alcanzándome.
El dolor y el odio se pelean en mi mente,
me llevan a la deriva por el camino de la destrucción.
Y vivir es resistir, mientras todo alrededor cambia,
pero el tiempo ya, simplemente pasa.
Y mis ojos tienden a oscurecer
ahora sólo los mantengo cerrados,
con fuerza,
y sigo buscando,
aún sigo esperando...
Se torció el camino, se torció la vida...
El cielo se encapotó.
Lo negro del día
volvía más oscuras las noches.
Más largas... Eternidad del tiempo muerto.
Recostada en esta cama de piedra,
harta y cansada.
Se iba mi memoria por las grietas de mi habitación
restos que prevalecían en mi mente,
fría y oscura,
aislada, vacía...
Esta interminable lucha del pasado
la que me lleva al presente a vivir de rodillas.
