Cien veces y una más
te me incrustas debajo de las uñas,
te cuelas por la rendija de mi puerta
te escurres por los agujeros de mis sueños.
Cien veces y una más
envenenas el agua de mis manantiales,
me susurras al oído mientras duermo
y creas nieblas que me entorpecen.
Quieres internarte en mis deseos y en mis sueños...
Y te da igual,
te da igual.
Que me corte las uñas,
que tapuje mis puertas,
que remiende mis agujeros.
Te da igual
que se sequen mis manantiales,
que se evaporen mis sentidos
y que los sueños por los que quieres colarte... hayan cambiado.
Me gusta sentirte, Xana. Me gusta como escribes.
Quiero que te quedes aquí.
-¿Aquí? Pero si apenas hay nadie.
-Yo te buscaré.