Gracias por publicarlo. Mario Benedetti siempre será un grande...
Una mujer desnuda, que desnuda nuestro espiritu con su desnudez, que desnuda, nada tiene que envidiarle a una romantica noche, con luna y estrellas, con aromas y luciernagas. Solo una mujer desnuda, epitome del paraiso lleno de fuego que consume todo anhelo y lo convierte en sudor.
Bello poema.
Un saludo.
Precioso, realmente bello.
Pol.