Lo alimento con ternura
lo arrullo con perseverancia
guío sus pasos con respeto
veo sus ojos con un futuro cierto
le enseño que la terquedad,
no siempre es mala consejera
le doy 15 besos y abrazos diarios
me ocupo que observe el ejemplo del padre
que supera la generación anterior
aunque trabajadora, esmerada
pero le faltó mirar el modelo del hombre
en el hogar y en cada caricia cálida
me encomiendo a Dios, para que mi hijo
sea un excelente padre, porque eso
le asegura gran felicidad
Hijo que nada te impida
cumplir ese rol porque
eso es crecer como hombre