La sangre me quema, y mis ideas arden. Si me pagaran por sonreir cada vez que mi cabeza esta apunto de estallar del enojo, tendria el suficiente dinero para tener un hogar verdadero.
¿A que me refiero con un hogar? Un calido lugar donde no te comparen y donde no te jusguen por lo que eres, un lugar donde el amor y el perdon predomine sobre el dolor y la hipocrecia, donde te corrigen cuando cometes un error y te abracen cuando estes triste, donde te respetan y respetas, donde siempre acudes.
Pero creo que por el momento el paquete que quiero ya se agoto, era limitado.
Talvez mi maldito problema es que no me puedo callar nada, que las cosas que pienso las digo y eso debería ser un defecto ya que trae consigo muchos problemas, problemas que me ahogan en un mundo en el cual la mayoría del tiempo los lamentos de lo que es realmente mi vida me agobian. No me puedo quejar, me lo merezco..
