Soñar
Soñar
En el amor acostumbrado a debatirme en tonos grises y aceptando su caducidad me muestro sumiso a la llegada de un beso por caridad.
Frio de sensaciones hago acopio de claridad, sabedor de que el amor viajante caprichoso cuando está nos hace dichosos y a su partida nos deja su herida, intento calmarla pues difícil es sanarla, precisa de amor para curarla.
Ya rendido en la monotonía de vivir en la misma sintonía me dispongo a conformarme con la simple armonía de pasar sin discutir el resto del nuevo día.
Los días van pasando, dan su entrada a los meses y estos saludan a los años que a la postre son los que hacen daño. De vez en cuando algún apaño pero sin duda me engaño.
El amor tantos años pasó pausado que al final parece abocado.
Rendido y sumido en la rutina me cruzo con una mirada dulce, compañera a la postre de vivir en el reproche. Nos sentamos y conversamos, nuestros fracasos confesamos.
Dos almas con sufrimientos calcados al que en sus parejas tanto daño el alcohol han causado que al paso de los años el amor ha mermado.
Escribo con temor pues a mi puerta se asoma el amor, y yo sabedor del dolor me muestro huidizo le pongo en frente mil excusas a mis sentimientos aunque en el fondo saben que les miento.
Quiero dejarme llevar y volver a soñar, cautivar su mirada y quien sabe sin con el tiempo hacerla sentirse amada y no castigada.
Muchos son los miedos y los prejuicios, a la memoria continuamente se amotinan todos los años vividos, ¿Como echar al traste veintiséis años compartidos? , al unisonó también me pregunto ¿Como renunciar a volver a soñar, acariciar y sentir lo que es amar?.
En mis sueños al amparo de la discreción hago realidad lo prohibido aun sabiendo que al despertar de mis brazos ya te has ido.
Ya llega la mañana hace su aparición el primer rayo de sol, este acaricia mis ojos, me encuentra dormido en mi cama me confirma que volví a soñar, pero no me importa pues se que ella es real.
Me levanto y dispongo a pasar por un nuevo día, disfrazare mis sentimientos. Conformista natural me quedare con el soñar pues declararme es jugar al azar, y mucho me temo que es fácil fracasar por lo que seguiré meciéndome en su amistad y alimentándome de su sonrisa que a mi corazón llega como la mejor de las brisas.
PD: Gracias por dejarme soñar.
Ymaska06 de septiembre de 2014
