Sin duda alguna todos hemos pasado por la etapa de la mentira, ya sea para encubrir a un buen amigo, callar nuestros errores o simplemente porque en ese momento nos llegó. Esta noche es fría, sin aire; la heladez que embarga mi cuerpo me hace recordar que en un pasado no tan lejano fuí tan frío como mi estado corporal en este momento, las personas iban a mi lado para tener un momento de aceptación, de tranquilidad y en cambio lo único que entregaba era lo que deseaban escuchar en su momento sin tomar en cuenta que al pasar de los años las mentiras y la hipocresia se va desvaneciendo de manera que me hace sentir débil ante cualquier persona o en su defecto algún acto en el día.
Las mentiras más alla de un regocijo momentáneo nos harán caer en la desesperación y al miedo, que seguidamente harán que la gente a nuestro alrededor terminen por darnos la espalda.
Lo nuestro actualmente es hermoso, vaya, ha empezado una brisa marina sin igual y la soledad que acarrea el puerto en este momento me hace creer que algún error de mi pasado pueda llegar a lastimar nuestro presente o peor, nuestro futuro.