Debes tener cuidado con lo que dices y más con lo que pides. ¿Sabes? hace unos años yo le pedí a Dios lo mismo que me enseñara a amar; y me lleno los ojos de lágrimas, el corazón me lo hizo de piedra y mis puños afilados para que cortaran al golpear. Lo odié por eso; me sentí traicionado y renegué de su nombre; incluso lo maldije y prometí hacer un daño profundo a todos aquellos a quienes sí complacía. Así viví durante algunos años y este fue el camino que yo escogí para aprender a amar. Tal vez todavía no sé como es amar a alguien con un amor adulto y verdadero, pero ya estoy despierto y aprendiendo.
Buen texto joven amigo!
Buen texto. Saludos.